Sarah Kay
Tan pronto la vi caí rendida ante su dulzura, su amor por las flores, los gatos, los perros, los pájaros, los conejos, sus vestidos de invierno y de verano, sus sombreros... sus gustos en su infancia y sus sueños de adolescente... yo creo que todas las niñas que crecimos en las décadas de los 60s y 70s nos identificamos con ella y con su entorno. Gracias Vivien Kubbos por habernos puesto a soñar en su mágico mundo campestre. Cuando retomé el amor por las telitas y aprendí a hacer apliques, lo primero que pensé fué hacer a Sarah y tomé su imagen de la niña colocando la carta de navidad en el buzón, aún conservo el molde y se la enseñé a hacer a mis primeras alumnas en la Fundación Saray. Lamentablemente ya no conservo las fotos del proyecto que hice, un pendón! Y hasta ahora escribiendo estas líneas caigo en cuenta que mi tiempo en la Fundación lo inicié y lo cerré con Sarah ... vaya las cosas de la vida! Pues bien, este es uno de los últimos proyect...